Roncesvalles, Navarra
Ahora que estamos en los meses más fríos del año, ¿qué mejor modo de disfrutar de un fin de semana que con una escapada a algún pueblo de montaña para disfrutar del invierno y de la nieve? Estas son nuestras 10 propuestas:
Situado en la comarca de Los Ancares, esta pequeña y acogedora aldea ha sido catalogada como conjunto monumental. Es famosa por sus pallozas, unas viviendas de piedra con techo de paja. La nieve nunca falta a su cita cada invierno en este rincón de Galicia.
Es el pueblo más alto del Parque Nacional de los Picos de Europa, a 1.100 metros de altitud. Famoso por sus hórreos, sus casas típicas de montaña, sus calles estrechas y su bonita iglesia.
Seguimos en los Picos de Europa pero esta vez en la vertiente cántabra. Espectacular es el ascenso en el teleférico, que salva un desnivel de 753 metros, hasta la estación de El Cable y su mirador sobre el valle. Para alojarse, la mejor opción es el Parador Nacional de Turismo Río Deva.
Paisajes espectaculares en los Picos de Europa a más de 1.000 metros de altitud, un pueblo que parece sacado de un cuento cuando el manto blanco de nieve lo cubre. Impresionante.
Una de las imágenes más típicas del invierno en Navarra es cuando la nieve “inunda” el interior de La Colegiata, punto de partida del Camino de Santiago. Esto sucede una o varias veces cada invierno.
En plena Sierra de Albarracín encontramos uno de los pueblos más altos de España (nada menos que 1.569 metros de altitud). En sus alrededores abundan las fuentes naturales, cuyas aguas son de reconocida calidad y extraordinarias propiedades.
Al pie del Pirineo aragonés, con un fantástico castillo del siglo XII y un casco urbano declarado conjunto histórico-artístico desde 1965, esta ocalidad oscense es una joya que no te puedes perder. Con o sin nieve.
La villa amurallada de Morella es un verdadero pueblo medieval, rodeado por una muralla de unos mil quinientos metros de longitud y dominado por un imponente castillo. Tras sus muros, calles estrechas con preciosos rincones y una espectacular iglesia gótica.
Muy cerca de Andorra, en el corazón del Valle de Arán, se encuentra el que para muchos es el mejor destino de vacaciones del Pirineo Catalán, a menos en cuanto a infraestructuras y ofertas de ocio se refiere. Para disfrutar.
Es la capital del Valle de Tena y se halla muy próximo a la frontera francesa. Su altitud ronda los 1.300 metros sobre el nivel del mar y es la gran puerta de acceso al monumento natural de los Glaciares Pirenaicos.