Albarracín, tan bonito que parece un cuadro

Vista de Albarracín

Vista de Albarracín

Si aún no lo conoces no te demores más. Este es uno de los pueblos más bellos de nuestro país y con muchas sorpresas entre sus empinadas calles. Es indudable la fotogenia de esta localidad turolense. El conjunto medieval fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1961 y hace un tiempo se le adjudicó el sello Bonito de España.

Puedes conocerlo a tu aire o apuntarte a una visita guiada que parte desde la catedral (3,50 euros). 

En cuanto asciendas, mientras sigues la línea marcada por la muralla, irás observando las paredes de yeso rojo que caracterizan la arquitectura de este conjunto suspendido en plena serranía. Cálzate bien, porque te va a tocar caminar de lo lindo. Subirás escalinatas, bajarás calles con pendientes extremas y recorrerás secretos pasadizos que te trasladarán de un plumazo al Medievo.

El itinerario básico pasa por las iglesias de Santa María y de Santiago y por la catedral, justo al lado encontrarás un fabuloso mirador desde el que se observan la muelas calcáreas de sus montañas.

De juegos y batallas

Es curioso el Museo de juguetes. Aquí verás los pupitres de nuestros abuelos, artilugios de hojalata de principios del siglo XX, casitas de muñecas o colecciones de cochecitos, soldados de plomo o trenes. También resulta peculiar Trebuchet Park, una exposición al aire libre de fabulosos artilugios antiguos para asaltos. Encontrarás una réplica de la artillería utilizada en la época de Alejandro Magno o catapultas musulmanas. 

Además, hasta el 6 de enero está activa en la comarca de Albarracín la Ruta de los Belenes.

Las aldabas

Recorre el pueblo buscando las puertas de las casas más antiguas, engalanadas con preciosos llamadores que van a ocupar toda tu atención. Si viajas con niños es una buena idea que vayan buscando las más sorprendentes.

La Comarca de la Sierra de Albarracín

Es una comarca situada en el noreste peninsular, en la provincia de Teruel. Aquí está y aquí ha estado durante muchos siglos. Su historia se remonta hasta la prehistoria con descubrimientos tan importantes como las pinturas rupestres del Parque Cultural de Albarracín.

Su estratégica situación, a un paso de Madrid y la Comunidad Valenciana, ha favorecido el asentamiento de numerosas civilizaciones. Los romanos llegaron con la política que los caracterizaba, “vini, vidi, vincit”, pero se encontraron con un terreno fértil, lleno de riquezas con las que alimentar su inmenso imperio.

Territorio de parajes recónditos y arquitecturas de fuerte presencia, la comarca de la Sierra de Albarracín esconde hermosos paisajes culturales surgidos de una difícil orografía, que se articulan en torno a un variado conjunto de barrancos, cañones, peñas, valles y extensos bosques de coníferas, sabinares y encinares.

Muchos son los adjetivos que describen en la Sierra de Albarracín. Este espacio natural, condicionante de los modos de vida, fue la cuna de primitivas comunidades prehistóricas, que expresaron de manera gráfica sus modos de vida en importantes muestras de arte rupestre, cuyos restos, agrupados en el conjunto de Abrigos de Arte Rupestre de estilo Levantino del Arco Mediterráneo, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad.

La comarca de la Sierra de Albarracín sienta sus raíces en un próspero pasado: Reino de Taifas en el siglo XI, señorío independiente en el XII, Albarracín adquiere fuero propio en 1284 tras la conquista del territorio por Pedro III, dando origen a la histórica Comunidad de Albarracín, cuyos límites prácticamente coinciden con el territorio de la actual comarca.

El nacimiento en lo alto de las sierras de los ríos Tajo, Guadalaviar, Cuervo, Cabriel y Júcar, así como un rico ecosistema beneficiado por el clima lluvioso, convierte las sierras y los valles de Albarracín en un paraíso micológico y en el refugio de cientos de especies que conforman una de las reservas de caza más importantes del norte de la Península Ibérica.

Más información

Oficina de Turismo. San Antonio, 2. Tel. 978 71 02 62.

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