Albarracín, uno de los pueblos más bonitos de Teruel

Albarracín (Francias Raher / Flickr)

Albarracín, pueblo bello donde los haya y singular por su color rojizo, se emplaza en la localidad y municipio de la provincia de Teruel (Aragón). Su ubicación, encaramado en un peñón y rodeado por el río Guadalaviar y su recinto amurallado, es precisamente uno de los grandes atractivos y reclamos para los turistas.

Desde el casco antiguo, divisaremos al norte la sierra de Albarracín, y al sur los montes Universales. Parte de su término municipal está ocupado por el Paisaje protegido de los Pinares de Rodeno.

Albarracín se caracteriza por sus casas colgadas, así como por poseer un casco antiguo con calles empinadas y estrechas. Por ello os recomendamos ir con calzado cómodo y adaptado para caminar por este terreno (vimos alguna que otra con tacones de aguja que nos da la sensación que no sabía muy a donde iba cuando se ideó el outfit).

La primera parada obligatoria es la Plaza Mayor, realmente no tiene nada que destaque sobremanera, a excepción de su balaustrada. La instantánea que podréis obtener desde allí es sensacional.

Continuamos nuestra andadura en dirección a la Muralla. Por el camino nos encontramos por casualidad la Casa de la Julianeta, ya que justo en esta bifurcación es donde empieza el recorrido ascendente al recinto amurallado. La Casa de la Julianeta es una de las casas más representativas de la arquitectura de la zona.

Una vez en la muralla exploramos todo su perfil, subimos y bajamos en todos los pedruscos existentes y atravesamos una de las ventanas existentes para disfrutar de la Sierra de Albarracín.

Iniciamos nuestro descenso de la muralla en dirección a la Catedral. Es posible visitarla a través de visitas guiadas.

Por último, el Castillo que realmente no tiene mucho que ver. Apenas se conserva su interior y que hay que echarle muchísima imaginación para realmente imaginarse erigido el Castillo de Albarracín.

Leído en Dos Maletas

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