Calatañazor, Soria: un pueblo con mucho encanto

Calatañazor es un pequeño pueblo de la provincia de Soria (Castilla y León), no muy lejos del Parque Natural del Cañón del Río Lobos, a unos 40 kilómetros al noroeste.

Ubicado en un alto, rodeado por tierras de cultivo y el río Milanos, la arquitectura típica local convierte a Calatañazor en un bonito pueblo con encanto de la geografía española.

Aprovechando los recursos que el entorno ofrece, madera de sabina, piedra y barro, los habitantes de la localidad levantaron sus viviendas, la iglesia, el castillo y la muralla de la villa. Que en conjunto dan lugar a una población amurallada de inconfundible aspecto medieval.

Las calles de la localidad están pavimentadas con cantos rodados y se distribuyen anárquicamente entorno a la plaza Mayor y una calle principal con casas porticadas que se sustentan sobre recios puntales de madera.

Pero si hay un elemento de la arquitectura de la localidad que llama poderosamente la atención, ese son las chimeneas cónicas que se levantan sobre los tejados de la localidad. Utilizando pedazos de tejas, colocados con mimo y coronados por un puntiagudo adorno metálico, se levantan estas singulares chimeneas que apuntan de forma desafiante al cielo.

La villa es pequeña en extensión, por lo que caminando por sus antiguas calles es fácil ir encontrándose los puntos de mayor interés de Calatañazor.

Por un lado se encuentra el conocido como El Rollo, una columna de piedra que dicen tenía una función pública de ajusticiamiento. Un punto de castigo público en el que avergonzar, a la vista de los habitantes y transeúntes, a los malhechores.

Otro punto de especial interés es El Castillo que, aunque ya está en profundo deterioro, mantiene parte de su construcción en pie y permite imaginar lo que en su tiempo, el siglo XIV, llegó a ser. Formaba parte de lo que fue la villa amurallada y llegó incluso a disponer de un foso y un puente levadizo.

También cabe destacar la Iglesia de  Nuestra Señora, un edificio sobrio construido con piedra caliza y arenisca, que se levanta en el límite de la antigua muralla de la localidad y sobre el barranco  que conduce al río.

Por último no nos queríamos olvidar de la Casa del Queso, una tienda de productos típicos y tradicionales ubicada en el interior de una vivienda tradicional de la localidad, muy cerca de la Iglesia. Mantequilla, embutidos, miel, vino, infusiones y queso son algunos de los productos típicos que allí se pueden encontrar, en una tienda que parece mantenerse como era hace décadas.

En gran medida todo lo anterior contribuyó ya hace años a que Calatañazor fuese declarada Villa de Interés Cultural y a que, en la actualidad, represente un interesante destino de turismo rural.

Bassado en Gastasuelas

¿Conoces Catalañazor? ¿Qué te parece? Cuéntanoslo…

Comentarios

Deja un comentario