Cantabria a través de las huellas de sus glaciares

Picos de Europa

Picos de Europa

La orografía cántabra, sobre todo sus cumbres más altas, está muy afectada por el relieve glaciar. Desde Turismo de Cantabria se nos informa de que estos vestigios de un remoto pasado helado se pueden apreciar en diversos puntos de la región, donde abundan los circos y valles glaciares que aportan una personalidad singular a estos paisajes de montaña.

Las huellas de esta acción del hielo se perciben en varias zonas, especialmente a partir de los 1.000 metros de altitud, aunque en algunas, como en la comarca de Miera, pueden verse incluso a 600 metros.

Aunque nos podemos encontrar múltiples formas generadas en los relieves, los más espectaculares son los circos y los valles glaciares. Entre estos últimos destacan los valles del alto Miera, la sierra de Híjar, los puertos de Áliva o las vertientes norte de Peña Sagra y Sejos.

En tierras pasiegas

En la zona alta de Miera nos encontramos con un valle glaciar, el de Lunada, en medio de una comarca de gran belleza natural y de alto interés geológico. Desde el mirador del Puerto de Lunada se puede observar claramente este vestigio glaciar.

Se trata de un valle en forma de ‘U’ con un fondo redondeado y en cuyos lados se distinguen claramente las morrenas.

Todo el entorno del cauce del Miera presenta espectaculares formaciones cársticas de gran belleza. Ubicado dentro de la zona pasiega, además de por su paisaje, un recorrido por esta zona nos muestra formas de vida aún ancladas en el pasado, con la ganadería como fuente principal de sustento, que conforman un particular paisaje geográfico, humano y arquitectónico.

En tierras del Asón

Otro interesante ejemplo de glaciar es el circo que se divisa desde la carreta que une los Collados del Asón con el Portillo de La Sía. En ese circo se percibe la afección que sobre él han tenido los ríos Asón y Gándara. Lo que se ve ahora es sólo una parte del glaciar original. De hecho, lo que hoy es el nacimiento del Asón, es una depresión cárstica situada en el valle del glaciar.

Esta zona se encuentra dentro del Parque Natural de los Collados del Asón, en cuyo territorio frecuentemente se pueden encontrar relieves y formas modelados por la acción de los hielos en los procesos de las últimas glaciaciones cuaternarias. Su singularidad es que estos legados del hielo se encuentran en alturas entre los 600 y 1.000 metros.

Picos de Europa

Y en los Picos de Europa, también nos encontramos con las huellas que los grandes ríos de hielo dejaron en forma de vestigio glaciar. En los Picos de Europa, y entre las cimas de Peña Olvidada y Peña Vieja, se formaron varios circos glaciares, que convierten el macizo central en una zona repleta de formas del glaciarismo.

En esta zona se pueden identificar hasta siete glaciares, gran parte de ellos en el entorno de Fuente Dé. De hecho, donde se sitúa la estación inferior del teleférico es un antiguo circo glacial.

Valles como por el que discurre el río Deva actualmente, se formaron por el deslizamiento de los hielos glaciares. Desde el mirador del Cable, situado en la estación superior del teleférico de Fuente Dé, se puede contemplar con gran nitidez la trayectoria que seguía el hielo.

Las rocas allí presentes permiten imaginar el depósito de sedimentos en esta parte alta del valle del río Deva.

Ya en la parte superior, si tomamos el camino entre la estación del teleférico y las portillas de Áliva, caminaremos por el rastro que dejaron varios antiguos glaciares, y que moldearon los fértiles pastos de los puertos de Áliva.

Recorrer toda esta zona es adentrarnos en algunos de los accidentes más espectaculares de la naturaleza, y en un paisaje casi virgen que se mantiene vivo y sometido a la acción del clima.

Comarca del Nansa

Frente a este macizo central de Picos de Europa se halla Peña Sagra, con su pico ‘El Cuernón’, desde él y hacia el norte encontramos otro valle de características glaciares, que parte desde las rocas de Peña Sagra y sigue el camino que ahora ocupa los manantiales y curso del río Vendul.

Es una zona de praderas, donde los ganaderos de los pueblos del curso medio del Nansa tenían sus invernales y pastaban en ellos el ganado. Muy cerca están los pueblos de San Sebastián de Garabandal y Cossío. El primero en la parte alta del valle y el segundo ya en la confluencia de las cuencas del Vendul y el río Nansa.

Por la sinuosa e irregular orografía cántabra se perciben las huellas de otros valles cuya formación tiene un origen glaciar.

Expresso

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