Cantabria, de cocido en cocido

Cocido montañés :: Cantabria, de cocido en cocido

Cocido montañés (Pilar Velarde / Flickr)

Como en el resto de España, Cantabria ha pasado del verano al invierno en poco tiempo. Del buen tiempo de octubre a los días frescos de noviembre. Este cambio de clima aconseja un cambio drástico en nuestra dieta, y pasar de las ensaladas a los contundentes guisos de legumbres, y de estos en Cantabria los hay, además de tradicionales, contundentes y muy recomendables para cuando bajan las temperaturas. El más conocido y más representativos de todos ellos es el cocido montañés.

El cocido de Saja-Nansa

Turismo de Cantabria nos informa de que el cocido se elabora en todos los hogares de la región, pero tiene especial fama el que se come en la zona de Saja-Nansa, en torno al valle de Cabuérniga. Elaborado con alubia blanca, berza y con diferentes partes y productos del cerdo, como costilla, oreja, codillo, chorizo, tocino y morcilla.

Guiso contundente y de caldo espeso, no requiere más que un buen postre para hacer una completa comida. Y de postre son típicos el arroz con leche, el flan y la leche frita.

El cocido lebaniego

El famoso cocido lebaniego es otro de los grandes cocidos cántabros. Elaborado con el garbanzo pequeño de la zona, se cocina al fuego lento con el jamón, la carne de vaca, el tocino y el chorizo. Con el caldo se hace sopa, y el resto de ingredientes se sirve acompañado de repollo rehogado y relleno de pan y tocino.

El postre típico por aquí son los canónigos, unas natillas ligeras con islas flotantes, y como digestivo el té del puerto con orujo.

El cocido de los Valles Pasiegos

De Liébana nos trasladamos a los Valles Pasiegos, en donde se toma el cocido del mismo nombre y que también tiene al garbanzo como protagonista, pero aquí se le acompaña de berza, patata, verduras, morcilla pasiega, carne de cordero, tocino y chorizo. El caldo del cocido se utiliza para hacer una sopa con pan pasiego, y el resto de ingredientes son el segundo plato.

De postre una buena quesada o un helado de queso pasiego, todo un festín gastronómico.

La Olla Ferroviaria

Al sur de Cantabria, donde se cultivan las mejores patatas de la región, a la zona de Campoo y Valderredible. Allí lo más típico es el guiso en olla ferroviaria que, aunque tiene muchas posibles versiones, la más popular es la de patatas con carne.

Estas ollas siguen la tradición de los antiguos empleados del tren de la Robla, que hacían sus guisos en unos artilugios de hierro a los que se adhería una olla de barro o cerámica, y en los que cocinaban con las brasas de las antiguas calderas de carbón del tren.

En los meses más fríos como enero o febrero, es muy habitual que se realicen concursos de ollas ferroviarias en muchos puntos, y especialmente en los valles del sur de la región. El postre típico de estas zonas son las pantortillas, que se pueden tomar con miel de Campoo.

Los Caricos

Turismo de Cantabria recomienda desplazarnos al este, con el fin de conocer otro guiso típico de toda la región, pero que tiene especial fama en el oriente de Cantabria. Se trata de los caricos o pequeñas alubias rojas, que se cocinan acompañadas de chorizo y tocino, y cuyo sabor es uno de los más apreciados para los buenos aficionados a las alubias.

Si los caricos se toman por la zona del Asón, hay que acompañarlos de unos vinos con denominación ‘Vinos de la Tierra de Cantabria’ y de postre un queso de las Garmillas con membrillo.

Leído en Expreso.Info

Se nos ha hecho la boca a agua… ¿y a ti?

 

 

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Comentarios

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