Cinco pueblos de montaña increíbles en Asturias

El Principado de Asturias rezuma naturaleza por los cuatro costados y nada mejor que una escapada rural para conocer su cara más bucólica. Entre valles, montañas, dólmenes y cuevas, el recorrido pasa por Bandujo, Bulnes, Taramundi, Boal y Soto de Agues. Así, recorremos la cara más rural de Asturias descubriendo cinco de sus pueblos con más tradición y encanto.

1. Bandujo

Entre valles y montañas, en el centro de Asturias y casi como por arte de magia, la Edad Media sale a tu encuentro en el pueblo de Bandujo, uno de los lugares de origen medieval mejor conservado de todo el entorno rural asturiano. Mucha historia y muchas gentes de paso han visto sus piedras y sus muros, su Torre de Tuñón o la iglesia de Santa María. Actividad incesante durante siglos, y de pronto el silencio, el eterno sosiego y la paz total.

Bandujo es uno de los pueblos de origen medieval mejor conservados en la zona.

Bandujo parece hoy como dormida en un sueño medieval que no tuviera fin. Y esa sensación te recorrerá por completo cuando llegues al pueblo y lo mires de cerca o de lejos. Sobre un enorme marco verde, este pueblo, único en Asturias, luce su estela histórica desde la quietud total.

2. Bulnes

La incomunicación por carretera de Bulnes hace que tengas que llegar a este hermoso pueblo del concejo de Cabrables por una canal de alta montaña, o si lo prefieres por un ‘tren-cremallera’. Cuando desembarcas a mil metros de altitud, en medio de cumbres que te abrazan literalmente, la sorpresa es mayúscula y la sensación es la de haber traspasado una frontera.

Justo la que miles de montañeros y escaladores han traspasado durante más de un siglo de exploración, de aventura y de esfuerzo.La frontera que cientos de pobladores de los Picos han traspasado toda la vida en un supremo ejercicio de supervivencia en el medio natural.

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