El Vall de Boí lo tiene todo

“El Vall de Boí lo tiene todo: nieve, naturaleza y una cultura del románico impresionante”

Vall de Boí

Vall de Boí

Luis Cortés / Director de Navartur

Un viajero incansable.

Mi pasión es la de viajar, pero hay que trabajar para poder hacerlo. Es cierto que mi trabajo me permite entrar en contacto con personas responsables de unos destinos que pueden facilitarte viajes y escapadas y la posibilidad de conocer lugares muy interesantes de los cinco continentes.

Gran conocedor de los Pirineos de Cataluña

Me encanta, creo que es una de las zonas que más repito. Quizá por cercanía, frecuento mucho el Val d’Aran y de Vall de Boí. El primero más en invierno y el segundo más en verano u otras estaciones.

¿Qué le atrae del Vall de Boí?

Ofrece unas emociones de turismo de naturaleza que no encuentras en otros lugares. Si vas al Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, es difícil que encuentres otro lugar con una belleza similar. Tiene una riqueza cultural impresionante e insuperable centrada en el arte románico. El conjunto de iglesias del Vall de Boí, románicas de influencia lombarda. Quizá este valle sea menos conocido que el d’Aran, este es más cómodo para llegar. El Boí queda más lejos, pero es un lugar que nadie debe dejar de conocer.

Usted que lo conoce bien, ¿recomendaría el Vall de Boí para las cuatro temporadas?

Por supuesto. En invierno hay estaciones como la de Boí Taüll, que tiene la cota de nieve más alta de todo el Pirineo de Cataluña. No es tan amplia e impresionante como la de Baqueira Beret, pero es bellísima y tiene unas vistas fantásticas. Además, es una de las estaciones que siempre te garantiza una buena calidad de nieve, incluso en años de escasez de nieve como puede ser este.

¿Qué se puede hacer además de esquiar si nos acercamos a otras estaciones?

En primavera, verano o en otoño tenemos oportunidades para disfrutar. Podemos recorrer el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici o hacer una ruta por los pueblecitos de todas esa zona. El senderismo es una de las actividades que se puede hacer en familia. Esta propuesta también es apta para el invierno. Se puede esquiar, pero también se puede hacer un turismo de naturaleza, cultural y gastronómico.

Hablemos de la gastronomía, el buen yantar también es un atractivo de la zona, ¿no?

Hemos hablado del deporte, de los paisajes, de la cultura con su impresionante románico, pero la gastronomía es un buen aliciente para hacer un viaje por la zona. Tiene mucha influencia del otro lado de los Pirineos, Francia. Es una apuesta exquisita la que tienen.

¿Qué podemos encontrar cuando nos los restaurantes de la zona?

Trucha, caza, jabalí, corzo…, carnes de la zona. Tiene una gran cultura de la gastronomía de las setas, algo que es muy demandado por los catalanes, pero que en Euskadi gusta mucho. Quesos, mermeladas, hay mucho producto local elaborado con gran calidad.

¿Lleva mucho tiempo yendo a los Pirineos de Cataluña?

Por lo menos 25 años, ha cambiado mucho. La Vall de Boí se ha ido adaptando a los tiempos, pero hay que decir que el patrimonio natural está muy bien preservado. Para acceder al Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Mauricino se puede ir con vehículo propio.

¿Hay que ir andando?

Dejas el coche en un determinado punto y desde allí unos taxis acercan al viajero hasta el interior del Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. De esta forma está muy controlado el número de visitas y el impacto medioambiental, la huella que dejamos por donde pasamos. La gestión de todos los recursos relacionados con la naturaleza de la zona está muy bien administrada. El patrimonio natural está muy bien preservado. Con eso han conseguido que podamos disfrutar de un paisaje único, incomparable. Es uno de los más impresionantes de Europa.

Está muy bien conservado el patrimonio cultural del románico

Es incomparable lo que te puedes encontrar en pueblos como Sant Joan de Boí; en Taüll se encuentra la iglesia de Sant Climent. En esta iglesia, no puedo dejar de citar un mapping, es una especie de reconstrucción que nos permite ver los colores que la decoración original del recinto tenía en su momento. El paso de los siglos, estamos hablando de construcciones de más de 1.000, ha hecho que pierda color. Este recurso visual posibilita al visitante situarse en los orígenes del templo.

Luis Cortés es director de Navartur, feria de turismo de Navarra, y del Congreso Internacional de Turismo Rural. Es un viajero empedernido y un enamorado de los Pirineos de Cataluña, especialmente del Val d’Aran y de Vall de Boí.

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