Exotismo oriental en un tren de lujo

El Eastern & Oriental Express cubre la ruta Bangkok-Singapur en un viaje repleto de comodidades

Eastern & Oriental Express

Vagón restaurante del Eastern & Oriental Express

Actualmente vivimos los viajes de un punto a otro como algo efímero, algo que queremos que pase rápidamente. Vuelos low cost, trenes de alta velocidad, cualquier transporte es válido para llegar lo más rápido y barato posible al destino, pero nos olvidamos muchas veces del placer del viaje en sí mismo.

Sin embargo, aún existen travesías que nos devuelven a la antigua manera de viajar, a disfrutar paso a paso de cada tramo. Este es el caso del mítico Expreso de Oriente, inaugurado en 1883 y que cubría la ruta París-Estambul. Este tren se hizo famoso por su excelente servicio a bordo y por introducir por primera vez en Europa coches-cama y vagones-restaurante. Además de ser inspiración del famoso libro de Agatha Christie, Asesinato en el Orient Express.

Con esta filosofía, el Eastern & Oriental Express nace en 1993 para unir la ruta Bangkok-Singapur. Una línea férrea que tuvo un valor estratégico durante la Segunda Guerra Mundial, y que fue destruida por los japoneses al terminar la contienda. En 1945 comenzó una larga tarea de reconstrucción y modernización de los ferrocarriles tailandeses y malayos. En la actualidad, esta ruta se ha convertido en un reclamo para los turistas más nostálgicos.

Nos montamos en el Eastern & Oriental Express

El tren parte de la bulliciosa estación de Hua Lamphong en Bangkok. Son las 17.00 horas y la humedad es asfixiante, después de hacer el check in en un pequeño oasis con aire acondicionado, un mayordomo nos acompaña hasta el compartimento. Una pequeña habitación de 3×2 metros donde todo está calculado al milímetro: litera, ducha, aseo, lavabo, armario y aire acondicionado.

Seguir leyendo sobre el Eastern & Oriental Express…

Si te ha gustado este artículo, ¡compártelo!
Y si quieres estar al tanto de las propuestas que te presentamos… suscríbete al Boletín Navartur

Comentarios

Deja un comentario