La cascada del río Xallas

La cascada del Xallas que lleva al mar

Cascada del río Xallas

Uno de los parajes naturales más espléndidos de toda España, en tierras gallegas, hasta el Atlántico, donde el río Xallas muere en el mar.

El río Xallas es el único río de Europa que desemboca en el mar en forma de cascada. Pero ello es apenas el fin de un periplo que discurre a través del Monte do Pindo para que las aguas caigan casi sin obstáculos por una altura de más de 100 metros a la ría de Ézaro, frente al cabo Finisterre.

Para disfrutar de este espectáculo comparable con muy pocos sitios en el mundo, lo más adecuado es llegar a la localidad de Ezaro, con apenas 4.000 habitantes. Es un rincón rural, pero enmarcado en una geografía única donde destacan precisamente el Monte Pindo, y el río Xallas, que aquí desemboca en el mar.

Este monte está constituido por una pared de granito de 627 metros de altura, cuyo color varía de acuerdo a la luz que refleja en los distintos momentos del día – por cierto, otro grandioso espectáculo natural –

Cerca de la cascada, casi saliendo de la localidad de Ezaro, hay un mirador que ofrece las más perfectas vistas de todo este entorno único. Además, se encuentra allí el Centro de Interpretación del Monte Pindo y Cascada del Xallas, que ofrece a los turistas mapas de rutas, información sobre la geología, flora y etnografía de este rincón natural único. Allí encontrarás paneles informativos, una maqueta del monte y cuatro rutas.

Cabe señalar que para ver la cascada hay que esperar fechas señaladas de la temporada turística, cuando abren el embalse y el espectáculo del agua cayendo se hace presente.

Como muchos otros espacios naturales tan únicos, la cascada del Xallas no escapa a los mitos y leyendas: de princesas con el corazón roto, de ritos antiquísimos, de encantamientos y poderes mágicos.

También puedes emprender otra aventura hasta la cumbre de A Moa. El camino lleva un par de horas y es necesario tener mucha precaución, sobre todo en la bajada. Al costado del camino es posible encontrar formaciones de roca que en ocasiones parecen figuras humanas, como «el guerrero”, y también las hay que parecen figuras de granito. Se decía que fueron esculpidas por antiguos celtas, y que tenían carácter sagrado. Otras leyendas hablan de que sus piedras tenían efectos con la fertilidad, y al recostarse sobre ellas las mujeres infértiles podrían ser curadas.

La ruta tiene una longitud aproximada de 10 kilómetros y su realización requiere unas cuatro horas.

Leído en Turismito

Comentarios

Deja un comentario