Las Cataratas de Kravice, maravilla de Bosnia

Cataratas de Kravice, maravilla de BosniaEl curso del río Trebižat se pierde en la frondosidad del último gran bosque salvaje de Europa. Allí, en el corazón de los Balcanes, se esconde una maravilla inesperada: las Cataratas de Kravice.

La imagen con la que se topa el viajero cuando llega hasta aquí supera todas su expectativas: en mitad de un entorno de color verde esmeralda y rodeado del atronador sonido de millones de litros de agua cayendo por un acantilado de 25 metros de altura, la visión de las majestuosas cataratas parece un sueño. A sus pies, un lago en forma de anfiteatro donde la gente se refresca en verano. Casi mejor que la playa.

El caudal de las cataratas de Kravice, también denominadas Kravica, se precipita desde una altura de 25 metros. La superficie rocosa desde la que caen sus numerosos saltos de agua posee una fisionomía muy particular. Y es que se asemejan en gran medida a un anfiteatro natural con forma de letra C. En lo que a belleza se refiere, su aspecto no tiene nada que envidiarle a torrentes de agua mucho más famosos.

Las Cataratas de Kravice se encuentran dentro de los límites de una reserva natural situada al suroeste de la ciudad de Mostar, al sur de Bosnia- Herzegovina. Para muchos se trata de una versión reducida de las espectaculares Cataratas del Iguazú que se hallan en la frontera entre Brasil y Argentina.

La ventaja de Kravice es su impecable estado de conservación, a salvo de las garras del turismo de masas.

Cataratas de Kravice, maravilla de BosniaOtra ventaja es la de poder bañarse sin peligro: la corriente es débil y los rápidos no arrastran a nadie. El baño en la laguna sobre la que ven su final estos gigantescos chorros no solo está permitido, sino que es muy recomendable, particularmente en la época veraniega, cuando las temperaturas pueden llegar a alcanzar los 40 grados centígrados.

Nadar en ella es una experiencia inolvidable, ya que mientras se chapotea es posible percibir la preciosa tonalidad azulada que alcanzan algunas zonas.

Ni siquiera hay un puesto de socorrista, considerado innecesario. Las únicas infraestructuras del lugar son un viejo puente de madera y una cafetería en la orilla. Suficiente.

Este maravilloso rincón se encuentra a tan sólo unos pocos kilómetros de la ciudad de Ljubuski, con una situación muy próxima a Medjugore, el punto de peregrinación más popular del país.

La mejor manera de llegar hasta Kravice es en coche de alquiler o en taxi desde Mostar, negociando previamente el precio de la carrera. Debido a su situación geográfica, son muchos los que durante sus vacaciones en Dubrovnik y la costa dálmata croata cruzan la frontera para disfrutar de este paisaje único.

Las cascadas de Kravice es uno de esos lugares que merece la pena visitar. Uno de esos lugares en los que disfrutar de la naturaleza más hermosa y más salvaje.

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