Las Médulas, un paraje impresionante
León – Qué son y cómo se formaron Las Médulas en el Bierzo
Vistas panorámicas de Las Médulas en el Bierzo desde el mirador de Orellán
Tu visita de Las Médulas te lleva no solo a sólo a disfrutar de estos curiosos paisajes de la región leonesa del Bierzo, sino también a conocer cómo en realidad se formaron.
Y cuando conoces qué son Las Médulas, te resultarán todavía más sorprendentes y entenderás la razón por la que se califican como paisaje cultural.
Lo primero que has de saber es que Las Médulas era una antigua mina de oro que fue explotada por el Imperio Romano desde hace más de 2.000 años.
Por entonces, tras sus luchas con los astures que habitaban esta zona, los romanos descubrieron que en la zona había oro, el cual estaba siendo extraído y utilizado por las tribus conquistadas.
Picachos en Las Médulas en el Bierzo leonés
Para la explotación del oro, que se encontraba en el interior de las montañas, los romanos decidieron utilizar el método conocido como Ruina Montium, que suponía que las montañas literalmente se deshicieran para luego recoger el oro filtrado.
Este método supuso crear una red de canales de más de 100 kilómetros, en gran parte excavados en las rocas, que permitía traer agua de montañas de más altura para luego almacenarlas en lo alto de las montañas que se iban a explotar.
En éstas se crearon galerías sin salida y, finalmente, el agua se introducía en tromba, de forma que la compresión del aire atrapado hacía explotar literalmente la montaña.
La masa de arcilla y agua se lavaba en canales de madera, y se filtraba con ramas de brezo para retener el oro. Asismismo, se separaban los cantos rodados, llamados murias, que aún puedes ver en montones durante tu visita de Las Médulas.
Este proceso de explotación del oro se llevó a cabo durante 200 años, y se tiene conocimiento de que durante todo el periodo se recuperaron más 5.000 kilos de oro, con un volumen estimado de tierra removida de más de cien millones de metros cúbicos.
Fue tan grande el volumen de materiales removidos, que su acumulación al final del valle llegó a taponar las salidas naturales de agua y llevaron a formar el actual Lago de Carucedo.
Durante tu paseo por Las Médulas vas a poder ver las citadas murias y, sobre todo, las impresionantes bocas de salida de algunas galerías por las que el agua arrastró la arcilla…y el oro.
Ahora bien, será con las vistas panorámicas desde el mirador de Orellán como tendrás una clara perspectiva de lo que supuso esta explotación minera realizada por los romanos.
Cuesta pensar que donde ahora vemos curiosas formaciones rocosas de arcilla, denominadas picachos, solo hace 2.000 años fueron montañas tan altas como las que las circundan.
En suma, un paraje realmente impresionante.
Lleído en Guías Viajar
Más información en la Fundación las Médulas
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