Los paisajes más bonitos de Alemania

Es igual si nos quedamos en algún pequeño pueblo o nos adentramos en los maravillosos bosques de la selva negra. En Alemania hay cientos de lugares con paisajes que parecen sacados de los cuentos de hadas. Aquí van unos cuantos que nos han dejado impresionados.

Cataratas de la Selva Negra

En plena Selva Negra, las cascadas de Triberg, con 163 metros de caída es una de las más altas de Alemania y uno de los espacios naturales de los que más presume este país. Triberg, que no es uno de los pueblos más bonitos de la zona, sí cuenta con una gran afluencia de turistas durante todo el año gracias a la belleza natural del entorno y a otra peculiaridad. Allí se encuentran los dos relojes de cuco más grandes del mundo.

Vistas desde el Palacio de Hohenschwangau

También conocido como castillo del Gran Condado del Cisne, esta fortaleza neogótica nos transporta con gran facilidad a los cuentos que todos leímos durante la infancia. Casi engullido por el espeso bosque que lo rodea, sus plantas más altas ofrecen unas vistas inmejorables del Alpsee y de estas extensiones naturales al borde ya de la vecina Austria.

El Lago Constanza

Frontera entre Alemania, Austria y Suiza, por su extensión -unos 536 km cuadrados- más parece un mar que un lago. A uno de los lados se encuentra la ciudad medieval de Lindau vigilada desde lo alto del puerto por el León de Baviera. Ir al lago Constanza y no visitar la isla de Mainau, en la zona noroccidental, es algo casi prohibido, que no gratis. Se accede por un puente y es uno de los destinos más agradecidos por los viajeros por su cuidada vegetación o los invernaderos de palmas y mariposas. La costumbre local de llenar el pueblo de flores a cada paso le ha valido el sobrenombre de La isla de la flores.

El Nido del Águila

Coronando una de las montañas de los Alpes Bávaros, el Nido del Águila o Kehlsteinhaus es el reclamo principal del pueblo de Berchtesgaden. Y es que fue durante un tiempo la casa de retiro personal de Hitler. Constituye uno de los pocos edificios relacionados con los nazis que Alemania conserva en la actualidad. Historia al margen, el Nido del Águila es uno de los miradores más hermosos para difrutar del paisaje de valles, lagos y montañas junto a uno de los picos más altos de los Alpes Bávaros, el Hoher Göll.

Mittenwald

A pie de montaña está Mittenwald, un pueblo por el que parece no haber pasado el tiempo. No sólo es conocido por su fabricación de instrumentos de cuerda como el violín, la viola o el cello, una tradición de más de 300 años, sino por estar rodeada de un espeso bosque que precede a algunas de las cumbres nevadas más llamativas de Baviera. Sus gentes -una población que no llega a los ocho mil habitantes- contribuyen a esa idea de pueblo aislado del resto del mundo conservando en igual medida las constumbres y las vestimentas tradicionales.

 

Monte Belchen

Si bien no es el más alto de la Selva negra -le superan los montes Feldberg y el Herzogenhorn- sus 1.414 metros ofrecen la magnifica posibilidad de obtener las mejores instantáneas de la zona. Las vistas alcanzan hasta los montes Vosges e incluso, si las nubes lo permiten, hasta los Alpes. Aunque la subida a pie es la más elegida por los senderistas, la panorámica de los valles de frondosos bosques que ofrece el funicular sin duda son las mejores.

A orillas del río Elba

Originariamente, Altona fue un puerto de pescadores fundado allá por 1535. Hoy es un suburbio elegante de Hamburgo muy cercano al barrio de St. Pauli y aloja a orillas del Elba antiguas casonas rodeadas de una frondosa vegetación y avenidas por las que dar un paseo es un privilegio concedido por la naturaleza. El río es navegable por lo que se hace indispensable un lento recorrido en barca y después disfrutar de la gastronomía local en alguno de los restaurantes cercanos. Otra opción es un picnic bajo la hermosa arboleda cercana a la orilla.

Los hayedos primarios de Cárpatos

Una imagen hermosa que debería estar en todas la guías turísticas es la de los Antiguos Hayedos de Alemania. Debido a su conservación y la intención de proteger su estado salvaje, fueron incluidos entre los Hayedos Primarios de los Cárpatos, consiguiendo así la consideración de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Hay que tomar nota: Parque Nacional de Kellerwald-Edersse en Hesse, Parque Nacional de Müritz o Parque Nacional de Hainich en Turingia.

Leído en Rumbo

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