Los tesoros de Jaén

Ser referente del turismo de interior es algo sencillo en el caso de la provincia jiennense. He aquí algunos de los lugares imprescindibles para comprender los tesoros que encierra esta provincia moteada por más de sesenta millones de olivos.

Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas

De entrada, un plato fuerte. No existe un espacio natural protegido más grande en España. Nos referimos al Parque de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, el pulmón verde más extenso de la Península Ibérica y que ocupa un quinto de todo el territorio provincial de Jaén.

Estos días de otoño que ha llovido, acabada la berrea, el río Guadalquivir desciende veloz por los valles del parque, hay un penetrante olor a hierba recién nacida y los senderos son una incitación a recorrerlos sin prisa para admirar una de las masas arbóreas más valiosas del sur de España.

Entre los lugares que en esta época del año no conviene perderse hay que citar las cascadas del río Borosa, el mirador de El Tranco desde Hornos de Segura y las planicies de Hernán Perea (siempre acompañado por un guía experto, ya que se trata de un territorio enorme donde es fácil perderse).

Úbeda y Baeza

Otro plato fuerte. Las dos ciudades Patrimonio Mundial gracias al valor de su monumentalidad renacentista. Uno no sabe cuál es más bella. Y hay viajeros que eligen una u otra dependiendo de su estado de ánimo.

Es fácil comprenderlo: Baeza es una ciudad íntima, poética, solitaria, umbría. Parece que pende en ella la sombra permanente de don Antonio Machado recorriéndola e inspirándola. Úbeda es mayor, una ciudad algo más grande. Y es más cosmopolita y más bulliciosa y se diría que hasta más agitada desde la cultura y la inquietud artística.

Ambas son bellas en extremo. De Baeza, los callejones por detrás de la Catedral que derivan en el Paseo Antonio Machado frente al valle medio del Guadalquivir y Mágina al fondo. Y de Úbeda, el entorno de la iglesia de San Lorenzo, donde nació el escritor Antonio Muñoz Molina y donde hay que leer para entender la magia de este lugar su novela El jinete polaco.

Los castillos y las batallas

En Jaén se desataron tres batallas que cambiaron la historia de España. En las tres ganaron los buenos. La primera tuvo lugar en el año 207 antes de Cristo y enfrentó a cartagineses y romanos. Ganó Roma. La segunda enfrentó a cristianos y almohades en 1212. Fue la Batalla de las Navas de Tolosa. Ganaron las tropas de Alfonso VIII de Castilla. Y la última fue en 1808 y enfrentó en Bailén a franceses y españoles. Y ganaron los españoles.

Del medioevo quedan algunos de los mejores castillos que hoy existen en España. Quizá el de más valor histórico sea el califal de Baños de la Encina. No conviene perderse el de Jaén capital, que es cristiano, de tiempos de Fernando I, o los de Arjonilla, Alcaudete o Alcalá la Real, última frontera antes de que la Granada nazarí cayera en manos de Isabel y Fernando en 1492.

Leído en Ocholeguas

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