Marruecos, para vivir experiencias únicas

¿Salir de rutas trilladas para descubrir otras culturas? Si viajar supone descubrir personas, enriquecerse al conocerlas, aprender a comunicarse, compartir experiencias… en Marruecos les gusta acoger a los visitantes para compartir con ellos su arte de vivir. Incluso lejos de las multitudes y de senderos trillados, las relaciones son fáciles y la hospitalidad siempre está presente.

Relaciones con los habitantes urbanos y los rurales

Realizar senderismo por el Atlas, un paseo por las antiguas callejuelas de las ciudades imperiales, una méharée (excursión a lomos de un dromedario) en el gran Sur, cada desplazamiento supone la oportunidad de encontrarse con marroquíes: intelectuales, artesanos, artistas o simplemente agricultores, siempre dispuestos a compartir su realidad. La hospitalidad marroquí no es un mito.

Una cultura viva

A la puesta del sol, en todas las plazas de ciudades o pueblos, puedes descubrir los contadores de historias y los encantadores de animales. Aquí es donde realmente palpita la cultura popular.

Disfruta en primera persona de una fantasía, escucha los cascos de los caballos golpear la tierra para sentir y comprender la energía de esta manifestación ecuestre típica del Magreb.

Para vivir el auténtico exotismo de Marruecos, nada mejor que encontrarse con sus habitantes, cuyo carácter abierto y generoso creará un enriquecimiento mutuo al compartir emociones…

Playas solitarias

En el Atlántico o el Mediterráneo, podrás descubrir sin esfuerzo playas vírgenes donde bañarse y tomar el sol lejos de las aglomeraciones. Si te gusta la naturaleza virgen, con un poco de suerte y paciencia podrás observar garzas o flamencos rosas, e incluso ver orcas por las costas de Essaouira.

Inmersión profunda

En Marruecos el exotismo entra por los ojos y está al alcance de todos. Sal de las aglomeraciones y déjate llevar por el azar de los encuentros. Imprégnate de sus costumbres ancestrales y su forma de vivir.

De la mano de los artistas urbanos o de agricultores, descubre cómo se organiza la vida cotidiana. En pocas palabras: abre tu mente como abren sus puertas y se producirá la magia de la amistad.

Crea tu propia ruta

Olvídate de los viajes organizados y déjate llevar por la intuición. Marruecos es un país seguro donde todos se preocupan por la seguridad de los visitantes y de sus pertenencias. Confraternizar con la población local es muy fácil, te tratarán como a un miembro de la familia, y vivirás experiencias únicas en un ambiente sincero y pintoresco.

Apreciada libertad

Si optas por la independencia, podrás redescubrir la magia de los espacios amplios. Podrás admirar los fósiles en el entorno desértico de Merzouga o deleitarte saboreando una sandía al borde de un refrescante oued. En las terrazas de Tánger, cubiertas de toldos, podrás disfrutar de la noche marroquí sin sentir pasar las horas, compartiendo un delicioso tajín y escuchando historias corrientes y leyendas fabulosas.

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Fuente: Turismo de Marruecos

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