Minas a cielo abierto: de desastre ambiental a recurso turístico

CabarcenoEspaña fue condenada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por los desmanes ambientales perpetrados por la minería a cielo abierto en la comarca de Laciana (León), consentido durante más de una década por todas las Administraciones pese a los destrozos en el paisaje que supone ir volando el monte con dinamita para ahorrar los costos de la minería tradicional, cuando además en la zona habitan especies protegidas como el oso o el urogallo.

Pero a veces, estos enormes boquetes abiertos por la codicia del hombre han tenido un final, si no feliz, sí al menos de utilidad para el mismo entorno que arrasaron: se han reconvertido en un recurso turístico.

Estos son cuatro de los que conozco, muy recomendables de visitar:

Parque de la naturaleza de Cabárceno (Cantabria).

Ocupa unos 26 kilómetros cuadrados de paisaje sorprendente, creado por la continua excavación de esta montaña de tonos rojizos desde al menos época romana. Tras el cierre de la mina por su escasa rentabilidad, el Gobierno cántabro adquirió las instalaciones para convertirlas en un curioso parque de la naturaleza en el que conviven 54 especies distintas de animales en régimen de semilibertad, procedentes de varios continentes. El paisaje se completó con más de 4.000 árboles de 64 especies diferentes.

Las Médulas
Las Médulas (León)

Aunque era conocida como región aurífera desde época astur, fueron los romanos los que la explotaron de forma industrial. Para ello excavaban galerías subterráneas por las que luego hacían circular agua a presión que arrastraba aluviones de tierra cargados de pepitas de oro, pero que a la vez desmoronaba el terreno. El resultado es un caos medioambiental lleno de armonía. La vista panorámica de Las Médulas desde el mirador de Orellana al atardecer supera cualquier expectativa. El cromatismo de esas tierras ocres y bermellones resalta aún más el verdor del bosque de castaños que cubre todo el plano horizontal.

 

Reserva Natural del Castillo de las Guardas. Avestrucez 2
El Castillo de las Guardas (Sevilla).

Otra gran mina de cobre, oro y hierro a cielo abierto, a 50 kilómetros de Sevilla, que tras el cierre definitivo se ha reconvertido en una gran zoo al aire libre. La Reserva Natural del Castillo de las Guardas ocupa ahora 230 hectáreas de terreno en el que viven en semilibertad tigres de bengala, elefantes, jirafas, osos pardos, dromedarios, cebras, rinocerontes, leones y un largo etcétera. Se visita en el vehículo propio en un recorrido de 10 kilómetros.

 

Minas de Río Tinto. Corta Atalaya
Corta Atalaya (Huelva)

Fue la mina a cielo abierto más grande de Europa, con 350 metros de profundidad y forma oval, explotada ya desde época romana. Y uno de los ganchos turísticos del nuevo Parque Minero de Río Tinto, un proyecto ambicioso que trata de dinamizar económicamente la comarca onubense de Río Tinto, antes gran emporio industrial y minero, que quedó enmudecida tras el cierre de todos los pozos y «cortas». El parque turístico incluye también un Museo Minero, la recreación de una mina romana, la galería Peña Hierro (una explotación auténtica de la que se visitan unos 200 metros de túneles), y un tren minero que recorre paisajes marcianos que incluso la NASA ha utilizado en alguna ocasión para experimentos sobre la posible vida en el planeta rojo.

Todas las fotos © paco nadal
Fuente: http://blogs.elpais.com/

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