Siurana, paisaje de cuento

Siurana, Tarragona

Siurana, Tarragona (Foto: Miguel Angel Aparicio / Flickr)

Situado en pleno corazón de la Costa Daurada, en la comarca del Priorat, el paisaje de cuento de Siurana transporta al visitante a tiempos pasados. Gracias a su ubicación estratégica, Siurana fue el último reducto de la reconquista en Cataluña. Y fue necesaria la intervención de hasta cuatro condes con todo su ejército para someterla en 1153, tras la caída de Lleida y Tortosa.

Cuenta la leyenda que la reina mora Abdelazía prefirió lanzarse desde un risco montada en su caballo antes de rendirse a los cristianos. De ahí la marca de herradura que provocó su caballo en la roca, en un intento fallido de frenar tan obstinado deseo. Y de ahí que el principal mirador de Siurana se llame el Salt de la Reina Mora.

Sobre un panorama que corta el resuello se desenvuelven las calles y las casas de piedra, los restos de una fortaleza y de una iglesia de estilo románico. Se entiende por qué Siurana atrae a tantos escaladores. Sin duda es uno de los rincones con más encanto de la Costa Daurada, un paraje que merece una visita en lo alto de esta comarca de carácter propio y belleza perfecta.

Cornudella

Cornudella

Cornudella (Carles Xavier Cabós Carvajal / Flickr)

Siurana está a ocho kilómetros de Cornudella subiendo por una carretera viradísima, óptima para rallies. A igual distancia, pero en dirección contraria, se halla La Morera, otra aldea solitaria y hermosa, que es la puerta de entrada al Montsant, impresionante macizo de conglomerados estilo Montserrat.

Desde La Morera, el Montsant se presenta como una meseta de más de mil metros de altura cortada a pico por todos sus flancos, plagada de cuevas y ermitas, cingles (precipicios) y graus, pasos inverosímiles que permiten acceder a lo alto de los acantilados aprovechando hendiduras, cornisas y escalones, y cuya dificultad varía mucho en función del paso elegido y del valor de cada cual.

El más fácil es el de la Grallera, que está perfectamente señalizado desde la población y se recorre en menos de una hora con las manos en los bolsillos.

Scala Dei

Scala Dei, Tarragona

Scala Dei, Tarragona (Miguel Campo / Flickr)

Continuando por la misma carretera, enseguida se llega a Scala Dei, la primera cartuja de España, que fue fundada en 1203. Allí el viajero descubre una portalada clásica del siglo XVII, una celda reconstruida y un silencio total, la deseable regla número uno de los hijos de San Bruno.

Para animar la paz del silencio cartujano, hay que probar los vinos del Montsant, una denominación de origen que ya compite con la de Priorat en opinión de los expertos y capaz, en cualquier caso, de curar el vértigo del abismo que se otea desde Siurana.

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