Tras las huellas de Dalí en la Costa Brava: un roadtrip surrealista

Tras las huellas de Dalí en la Costa Brava: Casa-Museu Salvador Dalí, Portlligat

Tras las huellas de Dalí en la Costa Brava: Casa-Museu Salvador Dalí, Portlligat (Cat Burston / Flickr)

Te proponemos un roadtrip surrealista a lo largo de las localidades que marcaron la vida del genial pintor Salvador Dalí. No puede entenderse la personalidad y obra de Salvador Dalí sin estos lugares que marcaron su vida.

Entre ellas destacan las de su Gerona natal, especialmente aquellas que encaraban el mar como, por ejemplo, Cadaqués y Portlligat. En ellas desarrolló el artista parte de su obra, la cual se inspiró muy tempranamente en las vistas marinas de las idílicas localidades de la Costa Brava.

En este artículo te descubrimos cuáles para que puedas realizar tu particular roadtrip surrealista.

Figueras

Localidad natal del pintor, quien se crió en el número 20 de la calle Monturiol, en pleno Ampurdán. Figueras es hoy conocida por albergar el Teatro Museo Dalí, todo un monumento al surrealismo. El edificio es ciertamente singular, puesto que combina su prestancia clásica con adherencias delirantes como huevos coronando sus torres o panes adheridos a su fachada.

Pero lo mejor es lo que contiene: dentro podrás contemplar algunas de las obras más originales de Dalí. Es especialmente apreciada la recreación del retrato de Mae West de Dalí realizada con objetos propios de un salón.

Por lo demás, se trata de un complejo dedicado a la fantasía y a la imaginación más desaforadas que a nadie deja indiferente.

Asimismo, Figueras es hoy en día una ciudad en la que, a consecuencia de la herencia daliniana, el surrealismo sigue vivo. Dar una vuelta por sus calles es un continuo descubrimiento. Por ejemplo, la Plaza Gala – Salvador Dalí es es todo un homenaje a una de las parejas más unidas del arte del siglo XX.

Y, como podrás apreciar, resulta muy interesante puesto que conserva ciertas reminiscencias dalinianas.

Pero no todo es surrealismo. En Figueras también tienes una buena ocasión para descubrir lugares de alto valor artístico que marcaron la vida del pintor. Es el caso, por ejemplo, de la iglesia de San Pere, donde Dalí fue bautizado y en donde se celebró su funeral.

Cadaqués

A 48 kilómetros de Figueras se encuentra Cadaqués, una pequeña localidad costera que tal vez sea lugar más decisivo en el desarrollo artístico de Dalí. De hecho, allí el pequeño Salvador descubrió por primera vez la pintura.

En Cadaqués conoció a la familia de Ramón Pichot, un artista local que animó a los padres a inscribir a Dalí en clases de pintura.

Allí, además, trabó amistad con su gran amor e inspiración: Gala. Es, por tanto, un lugar central en su evolución personal y pictórica cuya visita es imprescindible si eres un amante de su obra.

De hecho, algunas de las más célebres pinturas fueron realizadas allí. Es el caso, por ejemplo, de la famosa Muchacha en la ventana, en donde un Salvador Dalí de 20 años retrató a su hermana asomada al mar de Cadaqués.

Portlligat

Sin salirse del término municipal de Cadaqués podemos visitar Portlligat, otro de los puntos centrales de esta ruta daliniana y uno de los lugares más orientales de España. Y es que esta cala alberga la Casa Museo Dalí. Allí fue donde el pintor decidió vivir  hasta la muerte de Gala en 1982.

Cuentan que Dalí quería ser la primera persona en recibir los rayos del sol en la Península, por lo que se estableció en esta pequeña cala. Allí desarrolló un estilo basado en el culto al detalle y a las imágenes equívocas, además de experimentar un retorno a la espiritualidad.

Un buen ejemplo de su producción en esta época es su Madonna de Portlligat.

Existen una gran cantidad de vídeos que nos muestran al artista trabajando a pleno sol y de cara a las aguas del mar en Cadaqués. No nos resistimos a compartir con vosotros una de estas filmaciones.

 

Se trata, en definitiva, de un lugar plácido que vale la pena visitar y que incluso puedes complementar con una visita al Parque Natural de Cabo de Creus.

Púbol

Lugar donde se erige el Castillo Gala Dalí, un regalo que el pintor hizo a su mujer. “Te regalo un castillo gótico, Gala”, dejó escrito.

Cuando lo adquirió en 1969 el castillo se encontraba en un estado de grave abandono. Dalí se encargó de restaurarlo introduciendo su inconfundible firma. Es por ello que hoy en día podemos visitarlo también como un museo en el que se muestra al visitante toda su desbordante imaginación.

Especialmente interesante es la fuente, en la que Dalí introdujo bustos de Wagner, compositor al que admiraba y con cuya música expiró.

 

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