Tudela, esplendor en la Ribera de Navarra

Gastronomía de lujo, un apabullante patrimonio monumental a caballo entre tres culturas, paisajes insólitos, arquitectura contemporánea de la mano de Rafael Moneo, festivales… Así es el sur de Navarra.

Plaza de los Fueros, Tudela

Plaza de los Fueros, Tudela

El sur de Navarra y, especialmente el entorno de su capital, es un diamante en bruto, un lugar todavía desconocido por muchos que, sin embargo, cuenta con todos los ingredientes necesarios para disfrutar de la escapada perfecta en cualquier momento del año.

No le falta de nada, ni una excelente cocina, estupendos hoteles de todas las categorías, un apabullante patrimonio monumental a caballo entre tres culturas, paisajes insólitos…

1. Un atracón de verduras

Dicen que se cultivan hasta 28 tipos diferentes de verduras en la Ribera. Y para comprobarlo, sólo hay que acercarse hasta Mejana, una zona entre el río Ebro y la gran acequia del Molinar donde, para muchos, se producen los mejores cogollos, alcachofas, espárragos y apios de toda la Península Ibérica.

Y eso por no ser tachados de chovinistas, ya que podrían competir con cualquier otra huerta en el mundo. Se pueden probar en todos los bares y restaurantes de la zona.

2. Arte urbano con firma

Cada año, la última semana de septiembre, dentro del Festival Avant-Garde Urbano, varios artistas de prestigio internacional son invitados a plasmar sus obras en fachadas y medianeras deterioradas del casco antiguo de Tudela. Estas obras, que van acumulándose, están visibles todo el año y han convertido a la capital de la Ribera es una referencia de este tipo de arte.

Nuestras piezas favoritas son las de Suso33, El Mac, Dal East, Ron Englis, VHils y Jorge Rodriguez-Gerada. Pero hay muchas más.

3. Románico a borbotones

La Ribera está cuajada de iglesias y monasterios en un curioso estilo románico ya impregnado de gótico la mayoría de las veces. El máximo ejemplo es la Catedral de Santa María la Real, cuyo claustro y portadas (muy especialmente la del Juicio Final) ya merecerían un viaje hasta esta parte de la península.

Pero hay más, tanto en la misma Tudela, con la iglesia de Santa María Magdalena, como en los alrededores, ya sea en Tulebras, en su Monasterio de Santa María de la Caridad, o en Fitero, en Santa María la Real.

4. Una docena de palacios renacentistas

Sólo hay que darse un paseo por el casco antiguo de Tudela para descubrir decenas de edificios extraordinarios de estilos muy distintos, aunque los que más llaman la atención son los renacentistas, cuya atracción va más allá de las fachadas. La Casa del Almirante, por ejemplo, alberga la Fundación María Forcada, que acoge numerosas exposiciones.

El Palacio del Marqués de San Adrián es la sede de la UNED y el Palacio Decanal alberga el Museo de Tudela. Tampoco hay que perderse el Palacio del Marqués de Huarte o de los Gomara, así como la Casa Ibañez Luna.

5. Rafael Moneo en la intimidad

Todas sus biografías mencionan que el que quizás sea el más grande de nuestros arquitectos contemporáneos nació en Tudela, pero casi siempre se ignoran las obras que ha realizado en su ciudad natal.

La primera fue el colegio Elvira España de 1965 pero, desde entonces, ha trabajado en una decena de proyectos que van desde la remodelación de la torre y el interior de la popular Casa del Reloj a un edificio de viviendas en la calle Eza, 3, pasando por el Colegio de Dominicas de la Anunciata, la nueva Casa de la Misericordia, ya de 1983, o la Urbanización del Río Queiles.

6. Los secretos de las Bardenas Reales

Justo al norte de Tudela se encuentra el insólito paisaje de las Bardenas Reales, formado por arcillas, yesos y areniscas en un extraño estado de erosión que permanece prácticamente intacto. Se han habilitado una serie de rutas que se pueden hacer casi en cualquier medio de transporte, solo o acompañado de un guía, permitiendo descubrir algunos de sus secretos y tesoros, como el Castildetierra, la Pizquerra o el Rincón del Bú.

7. Senderismo a orillas del Ebro

Una de las zonas más espectaculares del Ebro se encuentra en el entorno de Tudela que corresponde con la etapa 20 del GR99. Por otra parte, destacan toda una serie de sotos como la reserva natural del Ramalete, la de la Remonta o el Soto de Murillo de las Limas.

También se ha habilitado un sendero en torno a la Balsa de Cardete, adecuado para practicar BTT.

8. Cultura en sesión continua

Desde la que fuera la primera Escuela de Gramática Tudelana y, más tarde, convento de jesuitas se desarrolla en esta zona una admirable política cultural. No hay mes que no haya un festival de algún tipo, ya sea de cine (hay nada menos que dos anuales), de flamenco, de teatro o de jotas.

Además, existe una programación estable del más alto nivel, en sus diferentes teatros, auditorios y museos. Todo ello bajo el paraguas de Castelruiz, un talismán para toda la región.

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