Un viaje por los países bálticos

Estonia, Letonia y Lituania, los países bálticos, son unos países muy desconocidos desde el punto de vista turístico en Europa, pero que tienen un gran atractivo. Merece la pena un viaje por estos países y si te atrae la idea, aquí va un cuaderno de viaje que te puede ser útil para ello.

Vilnius, capital de Lituania

Inciar el viaje en Vilnius, la capital de Lituania, es una buena idea. Una vez allí, haz un recorrido panorámico en autocar por la ciudad moderna, y tour a pie del casco histórico.

Vilnius fue fundada en 1323 a orillas de los ríos Neris y Vilna por el Gran Duque Gediminas. La ciudad ha sido durante siglos cruce de caminos y centro de comercio. Por ella han pasado los comerciantes de la Hansa y también los diferentes invasores que han ocupado el país a lo largo de su larga historia: alemanes, polacos, suecos, rusos…

Vilnius fue también el cuartel general de los ejércitos franceses de Napoleón en su intento de invadir Rusia. Esa influencia multicultural ha dejado su impronta tanto en la arquitectura de la ciudad, donde hay fachadas góticas, renacentistas, barrocas y neoclásicas, como en la diversidad de sus iglesias. Las cúpulas bulbosas ortodoxas se alternan en el paisaje urbano con las altas flechas y columnatas de iglesias católicas y protestantes.

El centro histórico de Vilnius ha sido declarado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y la ciudad fue Capital Europea de la Cultura en 2009. Durante la visita
podrás admirar los edificios Art Nouveau en la Avenida Gediminas y la Sinagoga, centro de la antaño floreciente comunidad judía de Vilnius.

En el paseo por el magnífico centro histórico, podrás contemplar la Catedral de Vilnius con su imponente estampa neoclásica, la iglesia de San Pedro y San Pablo, la Iglesia de Santa Ana y la de San Nicolás, la más antigua vecina catedral ortodoxa.

La República de Uzupis

No dejes de visitar la «República de Uzupis», un pintoresco barrio, situado muy
cerca del casco histórico de Vilnius que ha sido declarado “república independiente” por sus habitantes, en su mayoría artistas, que le han dotado de constitución, pasaportes, y día de la independencia, el 1 de abril, el equivalente al día de los inocentes.

En Uzupis vivían principalmente judíos hasta la II Guerra Mundial. Tras la guerra, durante la época soviética, sus casas abandonadas fueron ocupadas por vagabundos, marginales y criminales. Tras la independencia de Lituania se instalaron en el barrio numerosos artistas que renovaron las casas y le dieron nueva vida, y hasta se le compara con el parisino Montmartre.

Hoy sus calles están llenas de cafés, tiendas de moda y galerías de arte, y numerosas
terrazas en verano.

El articulo más importante de la Constitución de Uzupis declara el “derecho a ser feliz”!

El cementerio de Antakalnis

En este cementerio reposan numerosos militares muertos en suelo lituano. Destacan más de 3.000 tumbas de soldados franceses que perecieron en el ataque de Napoleón a Rusia
en 1812.

También están enterrados aquí soldados alemanes y rusos caídos en las dos guerras mundiales, polacos que murieron durante las luchas de 1920, y patriotas lituanos
que fueron abatidos por tropas soviéticas en 1991, durante el proceso de independencia de
Lituania.

El Parque Nacional de Trakai

Trakai, situado a pocos kilómetros de Vilnius, ha sido declarado parque nacional, tanto por la belleza natural de sus lagos y bosques, como por la importancia histórica del lugar.

Fue sede del Gran Ducado de Lituania y capital del país durante la Edad Media. El imponente castillo es una magnifica construcción que se remonta al siglo XIII, situada en una pequeña isla en el centro de un idílico lago, cuyas aguas reflejan la silueta de sus altos muros de ladrillo rojo y sus esbeltas torres.

Alrededor del lago se  alzan los bosques de abetos y abedules del Parque Nacional Trakai.

Una visita a Kaunas

No dejes de hacer una visita panorámica por Kaunas, eterna rival de Vilnius, capital de
Lituania en el periodo de entreguerras y ciudad de rico pasado histórico.

Situada en la confluencia de los mayores ríos de Lituania, Neris y Nemunas, junto al
lago Kaunas, la ciudad prosperó gracias a su importante puerto fluvial y a su estratégica posición en el cruce de importantes rutas comerciales, y formó parte de la Liga
Hanseática.

Kaunas tiene un importante pasado judío, comunidad que antes de la II Guerra Mundial constituía una cuarta parte de la población total de la ciudad.

Durante la visita podrás admirar el Castillo, del siglo XIII, la plaza del Ayuntamiento y las bellísimas iglesias entre las que destacan la neo-bizantina de San Miguel Arcángel, la de la Resurrección con sus magnificas vistas de la ciudad, y la Catedral, el mayor edificio gótico de Lituania.

Siauliai

Acércate hasta la «Colina de las Cruces» en Siauliai, donde los peregrinos acuden a depositar sus cruces y rosarios desde el siglo XIV, como signo de identidad religiosa y nacional, a pesar de la destrucción del lugar en numerosas ocasiones por los ocupantes
extranjeros.

Se estima el número de cruces actualmente en más de 50.000, desde minúsculos crucifijos a gigantescas cruces dedicadas a mártires o a héroes de la independencia nacional.

El lugar fue visitado por el papa Juan Pablo II en 1993.

El Palacio de Rundale

El Palacio de Rundale, construido en 1740 por Bartolomeo Rastrelli, principal arquitecto de San Petersburgo, por encargo del Duque de Curlandia, Ernest Johann Von Biron, en un
bellísimo estilo barroco de inspiración italiana.

El Duque era el amante favorito de la zarina Anna Ioannovna y por ello gozaba de gran influencia en todos los asuntos de estado de Rusia. Quiso construir una residencia de verano acorde con su creciente poder. Tras la muerte de la zarina, el Duque fue arrestado y exiliado a Rusia.

Tras pasar por las manos de la familia Shuvalov de San Petersburgo y posteriormente de las autoridades soviéticas, el palacio ha sido profundamente restaurado y hoy día es utilizado por las autoridades letonas para alojar a los más importantes visitantes del país y jefes de Estado extranjeros.

Destacan el Salón Dorado, el Salón Blanco y la Gran Galería, así como los aposentos privados de los Duques, todo ello en un bello estilo rococó. El conjunto está rodeado de bellos jardines de estilo francés.

Riga, capital de Letonia

Dejamos Lituania y nos plantamos en Riga, la capital de Letonia.

En esta bella capital debemos viisitae el Mercado Central, el mayor mercado de los Países
Bálticos y uno de los mayores de Europa. Inaugurado en 1930, fue el mayor proyecto arquitectónico en la Letonia de entreguerras, imponente construcción de 5 grandes naves de estilo Art Nouveau en pleno centro de Riga.

Aun hoy funciona como mercado, siendo el
lugar donde tradicionalmente los habitantes de la capital se dirigen para adquirir los productos de consumo diario, y donde los granjeros de todo el país venden sus diferentes mercancías: verduras, frutas y frutas del bosque, charcutería, carne y pescados; quesos y diversos lácteos. Una excelente ocasión para descubrir aspectos de la vida cotidiana, así como los ricos productos locales.

Visita panorámica de Riga

Riga es la mayor y más cosmopolita de las tres capitales bálticas. Situada a orillas del rio
Daugava o Dvina, a 10 km del mar Báltico, Riga fue fundada por el arzobispo de Bremen Albert Von Buxhoeveden, llegado en 1201 al frente de un ejército para convertir por la fuerza las tribus bálticas al cristianismo.

Tras su anexión por el zar Pedro el Grande en 1721, Riga experimentó un gran desarrollo económico, llegando a ser la tercera ciudad en importancia del Imperio Ruso, tras Moscú y San Petersburgo. Tras un breve periodo de independencia entre 1920 y 1940, Riga fue
incorporada a la Unión Soviética junto con las tres repúblicas Bálticas.

Capital de Lituania independiente a partir de 1991, la ciudad ha recobrado su antiguo esplendor y por ello ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Un recorrido a pie por su centro histórico nos descubre sus calles adoquinadas, perfectamente conservadas, que han preservado el ambiente medieval que le caracteriza. Podremos admirar los magníficos edificios de los ricos comerciantes hanseáticos, así como el Castillo de Riga, actual sede de la Presidencia de la República, el antiguo Convento y Hospital del Espíritu Santo, la catedral católica de San Jacobo y algunas de las edificaciones civiles más antiguas de la ciudad, como la célebre casa de “las Tres Hermanas” o la casa de los “Cabezas Negras”, sede de la célebre hermandad de capitanes y comerciantes hanseáticos.

La Catedral de Riga

Ha una visita a la Catedral de Riga, más conocida como el Domo, la mayor de los países bálticos, joya gótica construida en 1211 cerrado al río Daugava.

Dedicada al culto protestante, sus austeros interiores impresionan por su solidez: algunos de sus muros miden más de 2 metros de espesor. Tamibén es célebre por su espectacular órgano, el mayor de Europa, construido en 1844: cuatro teclados y más de 6.700 tubos.

La Iglesia de San Pedro

La Iglesia de San Pedro es una bella construcción gótica edificada en el 1209.

Tras el terrible incendio que tuvo lugar tras los bombardeos de la II Guerra Mundial, la Iglesia fue esmeradamente restaurada.

El barrio Art Nouveau de Riga

Este barrio de Riga alberga la mayor colección de edificios Art Nouveau en el mundo, con sus características fachadas de líneas sinuosas y rica ornamentación.

Su construcción se inició entre finales del siglo XIX y principios del XX, aunque los edificios más celebres son magníficos ejemplos del característico estilo Jugendstil de entreguerras.
En 1997, la UNESCO ha declarado Patrimonio de la Humanidad a 475 hectáreas del centro histórico de Riga y de los barrios que lo rodean, en la margen derecha del río Daugava (Dvina).

Jūrmala

Jūrmala es el más importante y tradicional lugar de veraneo de los Países Bálticos, y es famoso por sus riquezas naturales, la suavidad de su clima, y sus aguas minerales, y bien merece la pena una visita.

El Valle del Gauja, Sigulda y Turaida

El Parque Nacional del valle del Gauja es uno de los más bellos parajes de Europa del Norte, con sus ríos y arroyos, suaves colinas, frondosos bosques y misteriosas grutas.

La tribu fino-ugria de los Livones llegó al valle en el siglo XI, comenzando la construcción de numerosos castillos y fortificaciones de madera, como los de Satesele, Turaida y Kubesele.

El Parque de Gauja fue fundado en 1973 para proteger la excepcional belleza de la región.

Una vez en el valle llegamos a Sigulda, una preciosa ciudad situada en el centro del mismo. Un paseo por Sigulda no te decepcionará.

En la otra orilla del río Gauja se halla el pueblecito de Turaida, en el que te recomendamos visitar el Castillo de Turaida, construido en 1214, superviviente de numerosas guerras, incendios y destrucciones.

También deberías visitar la iglesia de madera de Vidzeme y el cementerio Livón, donde se encuentra la tumba de Maija, la “Rosa de Turaida”, personaje de leyenda.

Las grutas de Gutmanis

Una visita aconsejable son las grutas de Gutmanis, donde tienen origen las más celebres leyendas de la historia de los Livones. Allí podrás contemplar las pinturas e inscripciones que decoran las paredes y techos de la gruta.

Parnu

Situada a 130 km al sur de Tallin en la desembocadura del río Pärnu, a orillas del mar Báltico, es conocida como “capital de verano” de Estonia por la gran animación que reina
en la ciudad durante el periodo estival, gracias los numerosos visitantes atraídos por sus playas de arena y los bellos bosques que las rodean.

La ciudad tiene 750 años de historia y un interesante pasado hanseático.

Tallin, la capital de Estonia

Aunque hay constancia de asentamientos desde el segundo milenio AC, la ciudad fue oficialmente fundada en 1219 por invasores daneses, lo que explica su nombre, que en estonio significa “ciudad de daneses”.

Les siguieron los caballeros teutónicos, de origen alemán, cuyos descendientes han configurado el principal núcleo de población hasta finales del siglo XIX. A pesar de pertenecer a Suecia a partir de 1561 y a Rusia a partir de 1710, la mayoría de la población seguía siendo alemana, lo que ha influido tanto en la arquitectura como en la religión, mayoritariamente luterana.

Tras la independencia, recobrada en 1991, la ciudad ha sido restaurada y es hoy día una de las más bellas capitales europeas. Podrás admirar el casco antiguo medieval, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, dividido en tres partes: Toompea, o la “colina de la Catedral”; la Ciudad Vieja, y la Ciudad Estonia.

No te pierdas la magnífica catedral luterana, edificio gótico construido poco después de la invasión danesa en el siglo XIII. La Catedral conserva en sus muros los escudos de armas
de las principales familias de la comunidad báltico-alemana, que constituían la élite de la ciudad.

Y tampoco dejes de visitar la belleza imponente de la catedral ortodoxa Alexander Nevsky, construida en 1900 y del imponente Castillo de Toompea, sede del Parlamento Estonio.

El Museo Etnográfico al aire libre “Rocca–al-Mare”

Magnífica recreación de un pueblecito típico estonio, situado en un bello bosque junto a la costa del Báltico. El museo al aire libre, que incluye 72 edificios, entre los cuales destacan los característicos molinos de agua y de viento, que permite al visitante descubrir la vida rural en Estonia durante los siglos XVIII y XIX.

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