Para mí, se puede diferenciar entre turistas y viajeros. Los primeros realizan visitas cortas en las que se intentan divertir al máximo y ver el mayor número de paisajes, museos, monumentos o lo que sea que vayan buscando. O tal vez, sólo se dediquen a relajarse en el campo o la playa. Los viajeros intentan mimetizarse en mayor medida con las gentes y el medio que les rodea. Quieren ver cosas y divertirse también, pero además quieren mezclarse con los autóctonos del país y sumergirse en su cultura.

Si tu perfil es más de viajero que turista tenemos 10 consejos para tí:

1. Lee el periódico

Nada te da una mejor visión de la cultura local que leer el periódico de la zona. Aprenderás las cosas que son importantes en ese momento y esto te dará el conocimiento de los temas que pueden preocupar a la gente que irás encontrando por el camino. Esta información no la encontrarás en tu guía de viaje por muy actualizada que esté. Eso sí, debido a las posibles diferentes orientaciones políticas, mira más de uno para conseguir distintas visiones.

2. Aprende sobre la política del lugar

Aunque sea someramente, es bueno saber qué tipo de partido gobierna y cuál es la estructura política del país. Si eres un viajero que está pensando venir a España por primera vez, es mejor que te saltes este tema, salvo que lleves pastillas de Prozac en tu mochila. De hecho, te hago yo el favor: la clase política de este país es la basura más grande que conocí jamás.

3. Habla con la gente

Taxistas, gente que espera el autobús, el del supermercado… No te limites a ir allí, comprar lo que sea e irte con una sonrisa. La sonrisa está bien, pero bien seguro que la mayoría de veces ellos tendrán tanta curiosidad sobre tí como tú sobre ellos (sobre todo en lugares menos transitados por el turismo). No hay nada como una buena charla con los locales. Escúchales y aprenderás mucho sobre sus costumbres y forma de vida.

4. No pasees muy cargado.

Si te mueves por la ciudad o pueblo con una mochila inmensa, te reconocerán como extranjero y además hará que te apetezca poco el pararte a charlar. Déjala en el hostal y vete a dar un paseo con una simple libreta y un boli para tomar notas de los lugares y las gentes que encuentras.

Puesto en las calles de Mandalay

5. Come en lugares que no sean turísticos.

Está bien que sigas los consejos de las guías de vez en cuando. Pero si quieres conocer un poco más a las gentes del lugar: desayuna, come y cena donde lo hacen ellos. Pregunta en tu hostal o simplemente date una vuelta y mira donde se reúnen. ¡Encuentra el homólogo de la fabada de la abuela en ese país exótico!

6. Viaja como un local

¿Cuál es el medio de transporte preferido en el lugar en el que estás? Los metros suelen serlo en las grandes ciudades, pero la verdad es que resultan bastante impersonales. Rickshaws, bici-taxis y buses son otras opciones.Pero, el tradicional pateo es sin duda la que más posibilidades de interacción te dará.

7. Invita a la gente

No esperes a que los locales te inviten a tomarte algo en uno de sus bares. Toma tú la iniciativa e invítales a tu cabaña tailandesa o tu hostal chileno para tomar un té, un café o unas cervezas bien frías. Tampoco se trata de invitar al primero que pasa, pero sí a alguien con quien ya has tenido un contacto previo y que te ha causado buena impresión. Eso sí, si te invitan, ¡mucho mejor!. Nunca olvidaré esa cena de Navidad camboyana a la que nos invitaron el personal de nuestro pequeño hotel. Éramos casi los únicos huéspedes, sacaron unas mantas y las pusieron en el suelo de la entrada al hotel, al aire libre sobre el asfalto. Empezaron a sacar un sinfín de platos picantes y decenas de cervezas en la típica nevera playera. No aceptaron nuestro dinero y cuando corrió el alcohol hubo el auténtico mestizaje: nosotros bailando los greatest hits de la música camboyana y ellos se marcaron unos bailes de Enriquito Iglesias (siempre diré que el CD era de Rober). Hay faena.

8. Couchsurfing.

Ya hemos hablado de este fenómeno del couchsurfing en varios de nuestros articulos. No sólo es una forma de abaratar considerablemente el coste del viaje, sino que además puedes conocer la cultura y costumbres de un lugar a través de las conversaciones y experiencias con la persona que te hospeda.

9. Haz preguntas y respeta las respuestas.

Si tienes curiosidad sobre algo, pregunta. Recuerdo cuando, paseando por el parque Sanmartín en Mendoza (Argentina) pregunté a dos señoras mayores quién era el tipo que se erguía imponente en una de las estatuas. Ellas me comentaron sobre el general pero en seguida me preguntaron: ” ¿de qué parte de España sos, gallego?”. Estuvieron como hora y media recordando sus antepasados – españoles e italianos, respectivamente – y arreglando la situación de su, por aquel entonces, maltrecho país. Fue una tarde verdaderamente interesante.

10. Darte cuenta de que no eres de allí.

Ser diferente puede ser tanto bueno como malo. No intentes fingir que eres local cuando no lo eres. Sé auténtico. La gente podrá estar interesada en tí y darte la bienvenida en su círculo local. El primer paso para comenzar a ser un local, es ser tú mismo.

Bonus track: Ve a una boda local

Sin duda, mi mejor experiencia local en el viaje. Mis amigos argentinos – conocidos en Dublín – Pablo y Naty me invitaron a su boda en Mendoza, que hice coincidir con mi periplo de 5 meses por el Mundo. No sólo asistí al “casamiento” sino también a la despedida de soltero. Al poco me sentí uno más entre todos sus amigos y familiares. El día de la boda vino más gente de Dublín y cuando veían cómo saludaba, reía y bebía codo con codo con familiares y amigos de los novios, me decían: “¿pero tú cuándo llegaste?”. No hizo falta ni una semana para sentirme como en casa. Mi amistad con ellos sigue siendo estrechísima. Soy un boludo gallego más por esas tierras que pienso volver a pisar en breve.

Leído en Viajablog